miércoles, 14 de noviembre de 2007

Siempre es un placer

Hace muchos años que guias mis pasos, eres esa estrella que brilla en mi cielo, eres la columna donde se asienta mi bóveda. Siempre que me encuentro desamparada, tirada en mitad de la calle, vienes a abrazarme y llevarme a un lugar seguro.

Hoy dejaste todo lo que estabas haciendo, me agarraste la cara y me obligaste a mirarte de frente, haces bien en zarandearme de vez en cuando, a ver si así despierto de este letargo, esta vez creo que voy a hacerte caso, pero no aseguro nada. Ya sabes como soy, mis impulsos más valientes duran lo mismo que el latido que los trae.

Sé que esta mala época pasará, pero necesito que me lo recuerdes para no ahogarme en este vaso de agua.

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