viernes, 26 de abril de 2013

No hay vuelta atrás

El humo llena la sala y yo juego a ser una funambulista. Vivo con la confortabilidad de estar en las alturas y el miedo a caer. Veo la distancia bajo mis pies y siento el vértigo y esa sensación en el estómago que hace que todo te dé vueltas. No quiero bajar aunque el circo me ha enseñado que no siempre se llega al final del trayecto y que caer es más fácil que seguir en pie. Me he arriesgado, no tengo red, la caída puede ser mortal pero las ganas y la fuerza necesarias para dar un paso más me las traen tus ojos. Lo repetimos constantemente, nos hemos engañado, nos hemos enganchado, no hay vuelta atrás.

martes, 5 de febrero de 2013

6 de Febrero

Es difícil enfrentarse a este post, pero más difícil es enfrentarse a este día. El día que quise que nada cambiara sin saber que éso lo cambiaría todo, que se crearía un vacío que no podré llenar jamás.

Hacía frío y yo tenía el día libre para la ocasión. La decisión estaba clara en mi cabeza pero quemaba como el ácido sobre la piel. Me disponía a arreglarme para acudir a mi cita y una conversación que duraba ya dos días me dio la estocada definitiva para que acabase de sentirme sucia, utilizada, humillada pero sobre todo inhumana. No fue el egoísmo lo que hizo decantar la balanza, al contrario intenté evitar el sufrimiento de uno y darle la oportunidad de ser feliz a otro.Dos vocales constituían todo mi abecedario, y no obtuve a cambio más que insensateces y desprecio.

Una vez allí descendí a las profundidades de la miseria. Nunca había sentido una soledad tan tangible, tan real, tan creíble. Podría escribir 100 letras de canciones que describan esta situación (Esa sala de espera sin esperanza, esta sala de espera es una eternidad...) pero ninguna puede acercarse a lo que realmente ocurrió

Cuando dijeron mi nombre me acorraló un ejercito verde. Extendieron un líquido frío y aséptico por mi cuerpo y fue ahí cuando lo vi, una nube de lágrimas vino a inundarme la cabeza, pero ya era la hora.

La habitación impersonal se comunicaba con la sala verde. A cada paso el suelo se estiraba bajo mis pies descalzos. No había nada cálido allí, nada a lo que poder aferrarme, así que ascendí como un globo lleno de helio. Pero el globo estalló y sentí como me arrancaban el helio a tirones. En ese instante supe lo que era la muerte.

Ha pasado un año y creo que las otras partes han seguido el camino que deseaba para ellas. Mientras yo sigo intentando recomponer la materia de la que me alimentaba.

viernes, 4 de enero de 2013

Por estas fechas

Todos tus coetáneos estaban hoy en la fiesta, todos menos tú. Y no existe ningún número al que pueda llamar y reclamarte. Solo me queda abrazar a otros imaginándome tu presencia, sólo me queda tocar a otras calculando cómo sería la mía.

-Te noto seria.
- Imaginaciones tuyas.
- Te conozco, a mi no me engañas. ¿Es por lo de las navidades pasadas?
- ...

Si fuesen sólo las navidades. Hoy han sido las navidades, los septiembres, los 19, los 27,  y los putos últimos  7 años que han caído sobre mí como una losa. El aire se hacía más espeso cada segundo que pasaba, todos parecían respirar a la perfección pero yo me ahogaba, yo sentía mi latir cada vez más fuerte y un grito en la garganta que casi no podía apaciguar. Así que he huido, he salido corriendo como una adolescente asustada. No iba a dar explicaciones, no puedo dar explicaciones, sólo puedo venir a casa, apagar el teléfono y encenderme un cigarro.