miércoles, 29 de octubre de 2008

FIN

Ya ha terminado todo. Es un punto y final. Mi periplo de tres años ha acabado y lo único que puedo decir es que me siento vacía, desorientada, perdida. Ahora tengo que volver a empezar, iré a lugares desconocidos y no sabré muy bien si querré empezar o no, lo que tengo muy claro es que no quiero seguir arrodillándome.

He perdido la cuenta de las veces que he vaciado el cenicero, y en este instante miro por la ventana como huye el humo del último cigarrillo que he encendido. Lo veo juguetón saliendo, enredándose sobre él mismo y desapareciendo con el contacto de un torbellino de aire, al igual que mis ilusiones.